Bosque mágico y vistas doradas: Mi descenso a Špindlerův Mlýn
Descubra la mágica quietud de un bosque brumoso y la dorada vista de Špindlerův Mlýn. Descubra por qué vale la pena un descenso espontáneo a pie y cómo las pequeñas aventuras dejan una huella imborrable.
El camino desde la cima de Medvědín hasta Špindlerův Mlýn tiene sólo 4,5 kilómetros.
A través de la espesa niebla, sigo inicialmente el teleférico antes de que el sendero se desvíe a la izquierda hacia el bosque. Y, sinceramente, la atmósfera aquí es mágica, mística e increíblemente tranquila. El suelo está cubierto de hojas y musgo, la niebla se desliza suavemente entre los árboles y el sol poniente le da al bosque un encanto soñoliento. Por supuesto, me detengo con frecuencia para tomar fotos y vídeos y admirar el paisaje. Al mismo tiempo, voy rápido, porque caminar por el bosque en la oscuridad no me atrae, sobre todo sin linterna.
Sigo rápidamente el estrecho sendero entre los árboles hasta llegar a un camino de grava. Sigue siendo un descenso pronunciado, pero avanzo mucho mejor. Justo antes de entrar en otra sección de bosque, el paisaje se abre y me recompensa con una vista impresionante de Špindlerův Mlýn. A lo lejos, el sol se pone lentamente, sus últimos rayos brillan dorados a través de las nubes. La vista de la presa confirma mi decisión: recorrer esta ruta fue la decisión correcta.
Pero ahora tengo que darme prisa: ya anochece y cada vez está más oscuro. Después de unos 50 minutos, llego a la caravana empapado en sudor. Para mi alegría, mi esposa y su hermana también han llenado el depósito de agua potable. ¡Un final perfecto para este día tan memorable!
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